El principal problema al que se enfrentan los emprendedores de nuestro país es el obtener alguna de las fuentes de financiamiento, y una gran parte piensan que la única forma o la más sencilla de acceder a liquidez para financiar su negocio es a través de un crédito bancario, sin embargo, la realidad es otra ya que es mucho más complicado obtener un crédito de lo que parece.
México es uno de los países de Latino América con más empresas, con nuevos negocios creados por año y con más bancos comerciales operando (50), sin embargo, también somos uno de los países con menor penetración crediticia de LATAM, con apenas una penetración del 20% para las más de 5.5 millones de empresas registradas en nuestro país.
Es por eso la importancia de conocer los diferentes tipos de financiamiento a los que podemos acceder y cuál se ajusta mejor a las necesidades de la empresa.
¿Cómo obtener fuentes de financiamiento para mi negocio?
Antes de conocer las diferentes opciones, debemos tener claro que los recursos pueden llegar por dos vías distintas, ya se por capital o como deuda, siendo esta última la opción más viable para aquellas empresas que no desean ceder una participación accionaria a cambio de capital.
Otro factor importante es el tamaño de la empresa y la etapa en la que se encuentra, ya que depende de estas dos variables el tipo de financiamiento que pueden obtener, ya que, si se trata de una empresa en fase de idea o en etapa muy temprana, pueden recurrir al famoso FFF money (Friends, Family and Fools). Es una opción de financiamiento informal, que la gran mayoría de las veces no requiere de contratos y garantías y están conformados únicamente por la confianza del inversionista hacia el emprendedor y pueden ser mediante un préstamo o capital.
Tipos de fuentes de financiamiento
Capital Semilla
A este tipo de capital también se le conoce como “Smart money” ya que estos inversionistas no solo aportan liquidez, también apoyan con conejos, asesorías, mentorías, etc. para impulsar el crecimiento de la empresa que aún está en etapas muy tempranas.
Venture Capital
También conocido como capital de riesgo, son fondos que invierten cantidades mas considerables en startups en fase de crecimiento, cuyo potencial y riesgo son altos. Es importante tener proyectos muy definidos y atractivos, para llamar la atención de estos fondos.
Crowdfunding
Si algo nos ha aportado la tecnología mediante diversos canales, es la inclusión financiera. El crowdfunding son plataformas en las cuáles puedes publicar tu empresa o proyecto, permitiendo a personas físicas y morales invertir en ellas ya sea mediante deuda, capital o incluso a través de donaciones.
Private Equity
Los fondos de capital privado son ideales para empresas en etapas más avanzadas y con planes de crecimiento más agresivos, que necesitan una fuerte entrada de recursos, para expandirse y terminar de consolidarse. El objetivo de estos fondos es crecer la empresa y si es posible, acompañarla hasta su salida a bolsa.
Fondos de deuda
Pueden ser una gran alternativa al Capital y a la deuda bancaria ya que la flexibilidad es un diferenciador clave. A pesar de tener tasas mas altas que la de los bancos, suelen ser buenas opciones para empresas que ya agotaron sus líneas de crédito bancarias o no buscan ceder participación de la empresa a cambio de capital. Estos fondos ofrecen desde la ya conocida deuda senior, hasta deuda Mezzanine, dónde esta última ha adquirido fama por la flexibilidad que ofrece al poder subordinarse a la deuda bancaria y fungir como complemento del capital.
Instituciones Financieras No bancarias
Entre algunas de ellas, las muy conocidas SOFOMES, son instituciones no bancarias que otorgan créditos generalmente a empresas que no tienen acceso a créditos bancarios. Los montos por lo general son más pequeños, aunque con tasas más altas que las de los bancos. Son ideales para pymes que no cuentan con otras opciones de financiamiento.
Financiamiento Mezzanine
El término mezzanine se refiere una de las fuentes de financiamiento que ocupa un lugar intermedio entre la deuda y el capital en cuanto a nivel de riesgo y rendimiento. Complementa la deuda bancaria proporcionando recursos para proyectos de crecimiento que por alguna razón no son financiados por los bancos. Complementa al capital proporcionando recursos sin diluir a los socios actuales. Se adapta a las necesidades específicas de las empresas que requieren este tipo de financiamiento a largo plazo.
Estas son solo algunas de las fuentes de financiamiento más frecuentes a las que las empresas pueden acceder, sin embargo, es importante informarse y asesorase antes de tomar una decisión para poder determinar el tipo de financiamiento más adecuado para nuestra empresa.
